El jueves 5 de mayo, el Liceo de Lolol despidió con un emotivo acto a don Arturo Allende, cariñosamente conocido como «Arturito». Por 21 años, Arturo se desempeñó como asistente de la educación, estableciendo una conexión cercana y directa con los estudiantes. Su labor también se caracterizó por la responsabilidad y pulcritud en las funciones administrativas.

La emotividad fue el centro de esta despedida, que contó con la presencia sorpresa de su familia. Representantes de diversos estamentos del liceo resaltaron sus valores de honestidad, respeto, paciencia y su carácter afable.

Estudiantes y funcionarios desearon a Arturo un futuro próspero en esta nueva etapa de merecido descanso. Sin duda, su presencia será extrañada, pero cada vez que la campana suene en las licenciaturas y que el portón se abra al finalizar la jornada, su recuerdo volverá a la mente de cada integrante del Liceo de Lolol.